Cuando una vez me dijeron que estaba loca, acepté el dictamen sin protestar: fue ésa la primera vez en la vida que se hizo justicia conmigo. Que nadie venga ahora a reclamarme cordura; mi cordura es mía y no pienso compartirla con nadie.

jueves, 24 de febrero de 2011

"No uses gafas de sol que luego miras a otros tíos"

Igual que la primera vez que la amenazó, y que la última, el martes pasado. Igual que las demás veces, un arroyo caía bañando el trozo de piel en el que lo único que deberían posarse son besos. Junto al arroyo, fragmentos negros de lo que antes era un producto que adornaba su cara. Ahora no le hacía falta nada para adornarla, tenía una cara radiante y unos ojos totalmente expresivos, pensaba.
Ella lo pensaba, aunque lo que el resto veía en su expresión era un círculo vicioso que recorría siempre el mismo camino, de una prohibición a otra, de un deja de enseñar pierna a un no te pongas gafas de sol que luego miras a otros tíos. Sufría tanto que el sufrimiento se convirtió en rutina, y la rutina empezó a gustarla, se había acostumbrado. Vivía esa costumbre con conformismo, incluso pensaba que el mundo era justo con ella, que era feliz por tener a alguien a su lado. Observaba el resto del mundo, lo que no era su propio círculo de dos, como una gran fiesta de drogas, alcohol y rock and roll, sin orden ni control, sin amistad o amor más allá de cuatro copas. Y lo miraba convencida de que todo era incierto, de que la gente se estaba engañando a sí misma irradiando una alegría falsa, y por dentro se sentían muy solos. Creía que su vida era perfecta, que la locura de los demás podría llegar a matarlos, a destruirlos, a convertirlos en cobardes hombres y mujeres que ocupan un pequeño estudio en una ciudad cualquiera porque no les hace falta más espacio, ya que es solo para uno. Y se sentía orgullosa de creer eso, y de sentir que ella lo tenía todo, que el todo se resumía en otra persona.
Ay, pobre de ella que cree que vive feliz en una rutina que la prohíbe incluso pensar por sí misma. Ahora deambula sin tiempo para nada y para nadie. Los que ella consideraba sus amigos, por tanto, ya no son más que locos metidos en una terrible espiral de cotilleos, soledad y diversión que no desemboca en nada bueno. Lo que no sabe esta chica es que realmente está colocada sin opinión propia en un espacio que a pesar de verlo enorme y ocupado por la fragancia de él, ahoga y es mucho más pequeño que el de todos aquellos locos a los que nadie les prohibe nada, a los que las amenazan no les llegan porque ellos mismos lo impiden, a los que un tío o una tía no les corta el paso, ni les corta el resto de su vida, ni les corta el pelo, ni les corta los centímetros del escote, ni les alarga las faldas.

martes, 22 de febrero de 2011

Nenazas

¡Que os jodan, que eso seguro que os place! Como dije en la entrada pasada, dirigido a ti, o a vosotros, o a esos nenazas que corretean por este mi pueblo, con un cerebro de adorno y un cuerpo paranotocarniconunrayolásera30metros que creen que van a hacer cambiar mi ritmo de vida o a perder la alegría que tengo dentro. ¡Já! Permitidme que me ría, que no me importa mearme encima, como lo hacéis vosotros, COBARDES.
Y dicho esto, que pocos entenderéis, diré que estoy chachiguay porque me cuadran los horarios para el próximo cuatrimestre, tengo pocas asignaturas, seguramente no tenga clase los jueves y además me siento orgullosa de sentirme una friky de la comunicación en toda regla, aunque a veces no me soporte ni a mí misma, con tanto criticar columnas de opinión, escritura de textos o colocaciones de fotos en un periódico.
Y vale de pensar ya, que esta semana aún es de descanso. Mañana pensaré un poco en mi examen/prueba de idioma para conseguir la beca Erasmus *_*. ¡Qué ganas de irme y no aguantar a ciertos cuerpos paranotocarniconunrayolásera30metros!

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- Necesito parar todo esto, no puedo seguir así. Estoy pensando que lo mejor que puedo hacer es tirar la toalla, dejarlo todo atrás, así será la única forma en que no recordaré, no lloraré. Puede que penséis que es una estupidez pero... no hay más remedio. Quiero alejarme de todo lo que siento y la única solución es esta.

- De verdad, ¿lo dices en serio?

- Sí…

- ¿En serio crees que vale la pena? Quiero decir, perderlo todo, dejarlo absolutamente todo atrás por algo que no será la primera vez que te va a suceder. Que por una caída, aunque haya sido la más fuerte hasta ahora, dejarás de ver lo que hay en el futuro, dejarás de estar con tu familia, con tus amigos, con todo lo que te rodea. Tu mundo. Tan sólo por sus estúpidas palabras con sentido alguno. Es una forma inmadura de ver la cosas, tienes que entenderlo. Tienes que afrontar la realidad, mirar hacia delante y nunca hacia atrás. Luchar por las cosas que verdaderamente te importan y si alguna de ellas te rechaza, luchar por todas las demás.
Ahora dime, ¿de verdad estás dispuesta a perderlo absolutamente todo?

miércoles, 16 de febrero de 2011

Chof chof chof...

No sé que me pasa hoy, y es que siempre me pasa lo mismo cuando termino los exámenes. Se supone que debería estar eufórica y rebosante de energía y vitalidad, gritando por las esquinas y soñando con los aires nuevos que me esperan a partir de ahora. Pero no, siempre me deprimo.
Lo noto sobre todo cuando voy en el autobús: momento en que me da pereza hasta colocarme los cascos y me conformo con la mierda música que está sonando en cadenas de música que no las conoce ni los locutores que hablan por ella (¿he dicho locutor? Oh Dios Mío, Si Tamarit lo ve me catea). Y entonces apoyo la cabeza contra el cristal y me introduzco en una especie de hibernación que no desaparece ni con el calor agobiante, ni con la pesada de las mil bolsas que pretende sentarse a mi lado. Y mientras apoyo la cabeza en el cristal noto la vibración esa odiosa que caracteriza a mi querido autobús, que aunque moleste, yo sigo ahí, quieta y pensativa. Y el viaje se hace mucho más corto que cualquier otro, lo que puede llegar a ser una ventaja. No me molesta que llueva fuera, me da lo mismo salir y calarme, y me da igual no llevar paraguas, y que se me llenen las gafas de agua, no me molesto ni en quitármelas. Hoy ha sido así durante 4 viajes... ¡vaya mierda! Ha sido un día cansado y tonto, lo único que espero es que pase pronto, cosa que, lo siento, pero permitidme que lo dude.
Y para no aburrir más dejo aquí unas cosas que he encontrado por un CD que lo mismo tiene más años que yo. Son unas figuras humanas que me han llamado bastante la atención, seguramente os gusten, y si no, que os jodan, que eso seguro que sí os place!









viernes, 11 de febrero de 2011

Baloncesto querido...

Sí, aunque parezca mentira yo en mis tiempos mozos hacía deporte, y lo disfrutaba, ¡y vaya que si lo disfrutaba!
Todo comenzó con 7 años, cuando yo no buscaba en el baloncesto nada más que puro entretenimiento y diversión, ya que mi objetivo principal era ser domadora de delfines y patinadora sobre hielo (¿no lo había dicho nunca? Pues sí, mi mayor sueño era ser ese...). Y seguí hasta los 14 o así, como puro hobby.
Jamás he querido de él nada más allá de cuatro gritos de ánimo en el autobús de los sábados por la mañana en búsqueda de la derrota (los primeros años) y de las victorias (los últimos), las canciones en el autobús a la vuelta, hubiéramos perdido o no (esos sí que eran buenos viajes en bus a Salamanca... ¡y no los de ahora!), el discutir con Siena por quién hacía de base, pues yo lo odiaba, pero el tiempo que no salía ella y yo sí, sieeeempre me tocaba..., los choques de manos cuando hacíamos alguna jugada buena (todo lo buena que se podía hacer siendo unas enanas), el grito de ¡C.D. ALBEEEEENSE!, compartir horas con aquella mascota que todos los años nos acompañaba a los partidos (yo llevaba un cerdito de juguete, de esos que vibran cuando los tiras del rabo, con un coletero verde alrededor, y también hemos llevado un furby, lo recuerdo xD), el subir en mi coche al terminar el entrenamiento, muertas perdidas, y después de dejar a medio equipo en su casa, siena y yo seguíamos pegadas en el coche, aunque tuviéramos todos el espacio de la parte de atrás. Tampoco he querido del baloncesto nada más allá de las panzás a chocolate y derivados antes y después de los partidos, las voces de nuestro entrenador, o las risas de nuestra entrenadora anterior, los entrenamiento en los que nos metían "con las mayores", los 3x3 en las fiestas de Alba y los concursos de Triples (que ayudaban bastante en nuestra economía ¿por qué los han quitado?!), el agarrarse al balón en medio de un partido y no soltarlo hasta que el árbitro pitaba lucha y hasta que habíamos limpiado medio suelo mientras la grande de turno del otro equipo nos había arrastrado hasta cansarse. También recuerdo los tiros libres de las narices... ¡vaya nervios!, las caídas, la vez que me pitaron antideportiva (inolvidable para muchos) por dar la hostia del siglo a una gorda de tres años y tres metros más grande que yo (lo recuerdo como si fuera ayer: mi entrenador me mandó al banquillo porque ya llevaba cuatro faltas y me dijo: "así me gusta, si se hacen, se hacen bien"). Y qué decir de la equipación, tan bonita al principio (aún la tengo :D), que al final nos las cambiaron por unas feas y de verde claro, las cuales dejaban ver todo mi sujetador deportivo, y cuyo pantalón me servía de pirata y cuya camiseta podría hacer perfectamente de vestido.
Y aunque sorprenda, estuve un año jugando con la selección de Salamanca de baloncesto femenino en sus campeonantos de Olmedo! Y otro entrenando con el Halcón Viajes! (cosa que reconozco que no me gustaba un pelo, era todo taaaan "profesional"...)
Y acompañándome a todo esto, mi 10, mi querido 10, ese número que ha estado conmigo de principio a fin...


La primera canasta de mi vida en un partido oficial de baloncesto en el campo de Santa Marta. Ese también fue el primer tiro libre que metió este albense de baloncesto. El dato curioso: ganamos metiendo 19 puntos


Ganadoras de la competición de baloncesto femenino en Astorga. Allá por el 2003


Amaya Valdemoro y yo. Cuando ella estaba en el Halcón Viajes (ahora Perfumerías Avenida). Yo la iba a ver en esa época en la que nos regalaban tacos enteros de entradas, e íbamos cuatro. Ahora sus seguidores forman el mejor público de baloncesto femenino de España


3x3 Alfa Romeo. Segundas


Benjamines

Qué bonito todo, qué recuerdos, a ver si algún día cojo un balón y hago algo, que recordándolo aún se me ponen los pelos de punta... :)
Este es mi baloncesto querido...

miércoles, 9 de febrero de 2011

El amor NO mueve el mundo

¡Qué bonita es esa expresión de "el amor mueve el mundo"..., y qué falsa!
Quien mueve el mundo es el dinero, la belleza, el trabajo y el poder. El amor es un mero hobby, un sentimiento que te impulsa en el afán por seguir adelante , con ese trabajo, con el que sigues ganando ese dinero; en el afán por aumentar tu belleza tanto interior como exterior, con el que te crees capaz de alcanzar el poder que sea.
El amor solo es un accesorio de lo que realmente es la realidad que mueve nuestro mundo.

martes, 8 de febrero de 2011

Fe de Errata

Confieso

—no miento—


De veras

te hamé


Así con «h»

por que fue

un error.



--> Rodolfo Quintero

viernes, 4 de febrero de 2011

La lucha de unos periodistas


Entre disputa y disputa de Egipto yo me centro en la situación de los periodistas, que es la parte que me toca. Pasó en Túnez y sigue pasando ahora, cuando Mubarak ha mandado perseguir a los periodistas occidentales por hacer su trabajo, aunque él alegará que también está haciendo el suyo: amarrar de pies y manos la realidad, continuar con una dictadura sin valores ni derechos humanos y pasearse de balneario en balneario por las bonitas ciudades turísticas.

Varios periodistas catalanes fueron secuestrados ayer, y yo, como futura que soy (espero serlo), me imagino en su situación. Agarrada a un micrófono, ayudando no solo a que mi país conozca lo que pasa fuera de sus fronteras, sino también ayudando a los que están dentro de Egipto; y de repente, mientras transmito lo que veo y lo que oigo, alguien se avalancha sobre mí, me cubre los ojos y me lleva en un camión junto a otras cuantas personas, como un delincuente, como si yo fuera la mala y estuviera cometiendo un delito, o matando a gente, que es lo que está permitiendo el "señorito Hosni", por cobarde e ignorante.

Está claro que hay que seguir cuidando al periodismo. La gente, acostumbrada a la TV, a tener los periódicos donde les da la gana, a escuchar la radio a modo Radio Ambiente, o Radio que se oye sin atención, no se da cuenta de que sin cada una de esas voces que está escuchando y cada una de esas caras que ve, sería un individuo sin pensamiento que no haría otra cosa que caminar, que es lo único que la naturaleza le ha enseñado. Que esos comunicadores nos están enseñando cómo funciona nuestro país, a sentirnos orgullos por cómo vivimos mientras otros se están muriendo de hambre, a comprobar que no todo es alegría, que hay gente a la que ayudar. Cómo hubiéramos ayudado a Haití si nadie nos hubiera comunicado lo que había pasado, cómo nos enteraríamos de algo tan simple como quién ha ganado la lotería de Navidad, quién nos mostraría qué podemos comprar, quién nos entretendría a la hora de comer y de cenar, y quién nos mostraría a personas increíbles que recorren el mundo y nos enseñan el resto de las culturas. ¡Por tanto, basta ya de infravalorar esta profesión, por favor!

Un periodista no es el que se sienta a contar cómo Belén Esteban sale de una clínica de desintoxicación (me-la-suda si-es-mentira, pero-yo-con-estas-gilipolleces-no-me-molesto-ni-en-ser-veraz,-ni-en-contrastar-fuentes) sino como leí ayer "un periodista es alguien que cree en algo que otros están deseando olvidar". Y esto es exactamente lo que está ocurriendo en Egipto, por eso, hay que dar las gracias a esos periodistas que fueron secuestrados, por que consiguen que el mundo sea más humano y menos ignorante. Gracias porque los que estamos estudiando vemos en ellos algo que nos permite seguir adelante.

A pesar de todo, a pesar del peligro, a mí me gustaría también estar allí, sabiendo que mis palabras pueden ayudar a alguien, que pueden destapar corrupción, explotación, miseria y la repugnancia de dictadores. Porque el periodismo es nuestra moderna cartografía, que traza mapas para que los ciudadanos puedan navegar a través de una sociedad libre.