Cuando una vez me dijeron que estaba loca, acepté el dictamen sin protestar: fue ésa la primera vez en la vida que se hizo justicia conmigo. Que nadie venga ahora a reclamarme cordura; mi cordura es mía y no pienso compartirla con nadie.

jueves, 13 de enero de 2011

La Navidad, más que "chicha y limoná"


"La tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene un límite, la tontería no"

He terminado con éxito mi primera semana después de vacaciones. Cosa que veía imposible el domingo, sin haberla empezado aún. El hacer poco-nada en Navidad repercute en un estado de estrés y desesperación semejante a los segundos previos a conocer una nota que ronda un 5, pero no tienes ni idea de si por abajo o por arriba. Lo he terminado con la entrevista que nos mandaron para vacacones hecha a tiempo (por los pelos), con el único examen que he hecho aún, parcial, quitándomelo del medio con buena nota, y con un síntoma de agrado bastante interesante. Por fín me he tomado unos minutitos para actualizar mi querido blog (¡he de reconocer que no me gusta abandonarlo de estas maneras!) y así decir, contar, enseñar mi experiencia navideña. Inolvidable, por supuesto, pero no un "inolvidable" de esos con que calificas a esas noches de sábado taaaaaaaaaaaaaaaaaaan sumamente divertidas que se superan con facilidad cuando llega otro sábado una semana más tarde. Se lo he dicho a mucha gente: han sido las mejores navidades que he vivido hasta ahora. Me ha encantado el salir un día sí y otro también, alegremente, a pasármelo bien, ya sea miércoles, viernes o domingo. Han sido geniales cada uno de los días que no he pisado por casa, y me he sentido realizada al pasar todos los apuntes a limpio y organizar las carpetas en mi ordenador y mi pen(e) drive [jolín, que he hecho cosas de clase también, hombre, tan vaga no soy!]. Me he reído a carcajadas, y bueno, algún que otro error he cometido, como cualquier humano!

Ahora llega esa época taaan dura de los exámenes... y siendo sincera, tengo muchísimas ganas! Este cuatrimestre ha podido conmigo y con mis fuerzas, estoy pasando jornadas de 10 a 13 horas en la facultad que no son nada buenas ni para el cuerpo ni para el espíritu, y estoy deseosa de quitarme las 6 asignaturas que tengo, y cambiarlas por las 4 que vendrán después, con mejores horarios, espero. Eso, ha sido, por tanto, otra de las cosas que ha hecho que agarre con ansia estas vacaciones que han pasado: jamás entendí tanto como se pueden llegar a necesitar de verdad unas vacaciones. Y con alguna foto termino esta entrada; una entrada sin chicha ni limoná, pero que me apetecía escribir sin pensarla demasiado.